Esta publicación examina la interlengua de aprendices alemanes del español para revelar el efecto de la L1 en la adquisición de los tiempos verbales de una L2. En español, el aspecto gramatical afecta las formas del pasado (Zagona 2007), distinto de las lenguas germánicas. La lengua alemana es especialmente interesante por ni poseer nociones básicas (Heinold 2015), pero la combinación alemán-español se ha estudiado escasamente. Presentando datos de 657 hablantes, se demuestra un arrimo general al habla nativa con un nivel de competencia creciente, pero con peculiaridades: los hablantes alemanes experimentan graves problemas en matices complejos donde se evidencia un claro efecto de marcadores temporales (Rothman 2008). Cuando las pautas conocidas divergen de los requisitos del contexto de un enunciado, los aprendices alemanes se distinguen significativamente de los otros grupos lo que persiste hasta en niveles de competencia avanzados. Se concluye que, para los aprendices alemanes los problemas resultan más intensos que para hablantes anglófonos cuya L1 conoce un sistema aspectual de nociones básicas. Una explicación se halla en diferenciar micro- y macroparámetros (Roberts 2014): el contraste entre el español y el inglés concierne al marcaje de la perfectividad (micro), la diferencia entre el español y el alemán consiste en que el alemán no marca ningún incidente del aspecto (macro). Por lo tanto, los hablantes alemanes parten de una posición inicial desventajosa. De esta conclusión, se derivan consejos didácticos y propuestas para futuras investigaciones.
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